La historia de Barcelona comienza con los romanos. Han habido otras gentes en Barcelona, pero el pueblo que por primera vez construye una ciudad duradera en el valle de Montjuïc, es el romano.
Pero no fue hasta muchos siglos después que Cataluña creció en importancia. Esto pasó sobre todo después de que se reuniera con Aragón en el año 1137. Este evento iba a ser el inicio de un periodo de expansión que haría que el catalán fuera uno de los idiomas más importantes en el Mediterráneo durante el siglo XIII y XIV.
Después, a principios del 1400 comenzaron los tiempos difíciles para Cataluña: en 1410 murió el último rey de Aragón y Cataluña que se quedó sin hijos así que la zona fue anexionada a la corona de Madrid. Hasta el siglo XIX no llegarían tiempos de grandeza de nuevo. El renacimiento significó un momento de florecimiento del arte, la cultura, el idioma y la arquitectura.
La ciudad romana, Barcino (el nombre completo es Julia Augusta Faventia Paterna Barcino) era una ciudad de típico modelo con dos calles principales (decumanus máximus y cardo máximo) que se cruzaban en la plaza central. La ciudad tenía murallas, aqueducto, un templo en el centro.
La ciudad fue construida a partir del XII a. C. y fue principalmente una ciudad administrativa, no lo suficientemente grande para dar cabida a muchos habitantes. Una gran proporción de la población vivía fuera de la ciudad. En los primeros siglos de la existencia de los romanos en la península, ciudades como Tarragona (al sur) y Emporion, Nimes y Orange (al norte de Barcelona) tuvieron una importancia mucho mayor que Barcelona.
Después de los visigodos vinieron los árabes. En el año 711 el beréber Tariq cruzó el Estrecho de Gibraltar con un ejército de unos 1700 hombre y conquistaron el sur de la peninsula en unos años. En apenas 7 años los árabes ya controlaban alrededor de dos tercios de la Península Ibérica.
Hoy quedan pocos restos de los árabes en Barcelona, pero en el Museo de la Historia de la Ciudad se puede ver algunas herramientas y monedas de la época. Bajo el liderazgo de Guifré El Pilos (Wifredo el Velloso) Barcelona tomó el control sobre lo que es la Cataluña moderna.
En 1410 Martín el Humano murió sin tener hijos y así Los Reyes de Antequera en Madrid se hicieron con el poder sobre Cataluña. Después de la Guerra de Sucesión española, la posición de Cataluña se debilitó aún más. Cataluña había apoyado al rey de Austria en el gran conflicto y fue castigado por el ganador de la guerra, el rey francés, Felipe V.
Esta situación duró hasta mediados de los 1850 cuando Cataluña pasó por una revolución industrial que inició una época de prosperidad para la región. El llamado Renacimiento (La Reneixença) comenzó. Hasta bien entrado el siglo XX, los nombres como Antoni Gaudí, Domènech i Montaner, Puig i Cadafalch, Salvador Dalí, Joan Miró y Pablo Picasso debían mucho al movimiento del Renacimiento.