Platos científicamente elaborados con una decoración increíble y un sabor exquisito cobraban vida en el restaurante El Bulli. Anteriormente ubicado en la localidad de Roses, en la costa Catalana a dos horas de Barcelona, el restaurante El Bulli fue durante años el mejor restaurante del mundo según The Restaurant Magizine.
El Catalán Ferran Adrià es el chef de la gastronomía molecular, llamado "El Salvador Dalí de la cocina" por la revista Gourmet. Ferran Adrià, utilizaba su laboratorio de cocina para unas creaciones espectaculares como raviolis de sepia, que tenían tamaño de un bocado y hacía estallar una explosión de coco y jengibre, huevos tibios de codorniz con corteza crujiente de caramelo, una polenta de helado de queso parmesano en polvo, helado de almendras en un remolino de aceite de ajo y vinagre balsámico.
Ferran Adrià es conocido por sus creaciones de espuma culinaria y gelatina caliente, utilizados ahora por cocineros de todo el mundo. Adrià se ha ganado el respeto de cocineros y críticos por sus logros técnicos desconcertantes, sorprendente y magnífica combinación de la temperatura, la textura y el sabor.
Antes de la llegada de Adrià, El Bulli, situado en la ciudad mediterránea de Roses, era un restaurante tradicional francés poco conocido. Con Adrià, El Bulli se ganó las 3 estrellas Michelin y fue nombrado el mejor restaurante del mundo.
El Buli solía cerrar durante seis meses cada año para que Adrià y sus chefs podían tener tiempo para sus experimentos y elaboraciones de nuevas técnicas. "El cliente ideal no llega a El Bulli para comer sino para tener una experiencia", dice Ferran Adrià.
Después de cerrar el restaurantes, los clientes han podido saborear algunos de los platos estrellas en los nuevos restaurantes de Albert y Ferran Adrià en Barcelona, entre ellos Tickets y 41 grados.
El restaurante en sí es un espectáculo, donde la estrella principal es la comida", decía Ferran Adrià. Una vez que la puerta del restaurante se abre, el espectáculo "La Vida Tapa" comienza!